El factor higiene en la producción avícola sostenible

El factor higiene en la producción avícola sostenible

La industria avícola es un sector dinámico que ha experimentado enormes cambios en los últimos años. La globalización significa que el pollo que tienes en el plato puede venir de cualquier parte del mundo. Al mismo tiempo, los consumidores han cambiado su forma de comprar, diferente a la que estaban acostumbrados en el pasado. Hoy en día, se prefiere ir al supermercado, donde hay una enorme variedad de productos, en lugar de ir a la carnicería local.

Las estrictas exigencias impuestas por estos mayoristas han puesto bajo presión los márgenes de los avicultores y les obligan a ahorrar utilizando economías de escala. Esta tendencia hacia explotaciones cada vez más grandes significa que los costes de producción y la optimización de la eficiencia se han convertido en conceptos claves en la avicultura moderna.

Para poder optimizar los resultados de la producción, las granjas avícolas tienen que aspirar a un alto estatus sanitario, para mantener las enfermedades bajo control.

  • Esto puede hacerse utilizando un programa de bioseguridad eficiente y teniendo un protocolo estricto de limpieza y desinfección de la granja.
  • Además de este cambio en la situación del mercado, los avicultores también deben cumplir con una serie de directrices regionales y europeas, que no sólo imponen normas estrictas en cuanto a la reducción de antibióticos y el manejo del estiércol, sino que también regulan otros ámbitos, como la densidad y las condiciones de los animales para mejorar el bienestar de estos.

Para el administrador de la granja, por lo tanto, tomar las decisiones correctas para su granja es una tarea muy difícil que implica tener en cuenta todos los aspectos de la avicultura moderna.

La limpieza y la desinfección son la clave para mantener las instalaciones a niveles mínimos de patógenos y se consideran uno de los parámetros más importantes para la condición sanitaria de los animales. Para que los pollitos recién nacidos tengan un buen comienzo y rendimiento, que se refleje en los costos de producción. Para ello hay que proporcionarles un entorno saludable, al tener claros protocolos de bioseguridad en la granja.

 

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(imagen: CID LINES, An Ecolab Company)